Jasmini Ananda Yogini
Jasmini Ananda nació en la isla de Trinidad, tierra de carnaval y paraíso tropical de las Antillas. Es madre de dos hijas ya adultas, fruto de su anterior matrimonio, aunque en el sentido espiritual tiene niños por todo el mundo y a menudo le llaman Madre.
Desde muy joven estuvo siempre buscando y cuestionándose sobre otras religiones y filosofías, y después de una larga búsqueda del amor y de la verdad superiores, aprendió a meditar, en 1978, bajo la tutela de Gururaj Ananda Yogi – El Maestro Espiritual más importante del siglo XX.
Desde el primer momento que tuvo contacto visual con Gururaj, un intercambio de electricidad espiritual tocó su corazón profundamente. Gururaj dio un Satsang o Charla sobre el amor, después del cual se dio cuenta que éste era el camino correcto que debía seguir.
Jasmini sabía de corazón que nunca había habido nada que tocase el centro de su ser tan profundamente.
Los beneficios personales que obtuvo de la meditación transformaron su vida de un modo tan increíble, que sabía que no podría continuar con su vida sin comunicar a otras personas estas verdades y realizaciones profundas.
Dos años más tarde se hizo profesora y, con el tiempo, se convirtió en una de las principales discípulas de Gururaj.
Siempre rezaba a Dios para que le enviase a alguien a quien amar y que compartiera el camino con ella, y sus oraciones lograron cumplir realmente su deseo en el momento en que conoció a Rajesh en 1979 y lo introdujo en la meditación. La unión de sus corazones, entrelazados para dar lugar a un amor, se convirtió en una fuerza mayor y en un sistema de apoyo a través del cual, Rajesh y Jasmini ayudarían a Gururaj a establecer una base sólida de sus enseñanzas, tanto en el Reino Unido como a nivel internacional.
Leer másA medida que la pareja crecía espiritualmente, el amor que sentía el uno por el otro inició su propio viaje hacia el descubrimiento espiritual.
El nombre Jasmini significa “La flor más hermosa del mundo”, nombre que le dio Gururaj, reflexión auténtica de la intensidad de la belleza y del amor que emanan de ella.
Cuando su camino espiritual quedó al descubierto, comenzaron a surgir las verdaderas realizaciones y pronto se hizo evidente que su vida tenía un propósito y una misión más amplios.
Está claro para todos los que poseen visión en los ojos, que ella se ha convertido en una verdadera Yogini (yogi femenina). Muchos han presenciado sus Satsangs o Charlas y la han visto trascender los niveles simples y comunes de la mente, permitiendo que estas energías poderosas hablen a través de ella, algunas veces, llegando a hacer estremecer con escalofríos al público que la observaba. Otras veces, ella hablaría en silencio y transmitiría su amor a todos.
El hecho de estar en su presencia le transmite a uno, amor, calma, cortesía, amabilidad, conocimiento, y la sabiduría más profunda. Estos adjetivos, aunque pocos, la describen bien, pero las palabras se quedan cortas cuando se la mira a los ojos y se vislumbra la profundidad de su amor, ya que ella es como una fábrica de energía que desprende amor constantemente. Su rostro se muestra impasible ante ello, irradiando amor, sonrisa, sabiduría y fuerza, combinados con una serenidad que acaricia sus facciones. ¡Esa afabilidad brinda una sensación de bienestar a tantas personas!
Jasmini tiene una capacidad de concentración fija y una devoción extraordinarias, y a través de estas cualidades ha hecho posible que las enseñanzas de Gururaj Ananda avancen, tocando y transformando las vidas de miles de personas tanto ahora, como en las generaciones que están por venir.
Gururaj sabía que después de su muerte física sus enseñanzas no darían resultado, si no quedasen ejemplos vivos que pudieran transmitir su mensaje con una realización y una pureza plenas.
Jasmini y Rajesh se convirtieron en los ejemplos vivos que demostraban que todo lo que enseñó Gururaj se puede lograr en esta vida, y por tanto, con los tres corazones fundidos en uno, la misión de servir a la humanidad continúa ahora bajo la guía espiritual de Rajesh Ananda y Jasmini Ananda.